Las cataratas son uno de los espectáculos naturales más bellos, y muchas de ellas se han convertido en importantes focos de atracción para los turistas. Es el caso, por ejemplo, de las cataratas del Niágara (en la frontera entre Canadá y Estados Unidos), del Salto del Ángel (en Venezuela) o de Svartifoss (en Islandia).
Esta mañana se me ha ocurrido recopilar algunas de las noticias más curiosas que se han producido en torno a cataratas de todo el mundo en los últimos años… El resultado es un mosaico de historias mágicas con un denominador común: uno de los protagonistas era una catarata.
El de Kirk Jones puede parecer un nombre bastante común, pero su historia es sin duda extraordinaria. Este ciudadano estadounidense arrastraba en 2003 una depresión que le llevó a cometer una locura: envalentonado tras tomarse unos vodkas con cola, saltó al vacío desde la zona canadiense de las cataratas del Niágara. Kirk Jones es hoy por hoy el único hombre que ha sobrevivido a este trance sin protecciones de ningún tipo, y su «hazaña» está reconocida por el Libro Guinness de los Récords. Su historia dio la vuelta al mundo, y se puede leer su particular interpretación de los hechos aquí.
Casi todo el mundo sabe que El Salto del Ángel es la catarata más alta del mundo, con nada menos que 979 metros. Lo que pocos recuerdan ya es que hace apenas 18 meses un grupo de investigadores alemanes descubrieron en una remota región de la amazonia peruana una catarata de 771 metros de altura, la tercera más alta del mundo, bautizada como Gocta (el poblado más cercano). clarin.com dio cumplida cuenta de la noticia.
El Salto del Ángel, por su parte, ofrece las condiciones naturales idóneas para practicar algunos deportes extremos como el salto BASE, atrayendo cada año a un puñado de aventureros de todo el mundo.