Durante el mes de diciembre se han sucedido distintos congresos con el turismo rural como protagonista: desde Peñafiel hasta Murcia pasando por Albacete, cada comunidad autónoma ha celebrado su propio evento para proponer modelos de clasificación, estrategias de desarrollo o análisis de resultados propios. Con este panorama resulta difícil hacer una evaluación seria del estado del turismo rural, habría que hacer 17 distintas, y si siguen así las cosas va a resultar muy complicado elegir alojamiento rural en unos años, ya que habrá 17 clasificaciones diferentes, cada cual con sus categorías.
Un buen ejemplo es la próxima Ley de Turismo que aprobará la Junta de Castilla y León, que definirá una clasificación para las más de 3.000 casas rurales de la región; si cada autonomía sigue este ejemplo, en el futuro podríamos ver casas rurales de hasta 85 categorías distintas, dependiendo de sus servicios y de su ubicación. Lo cierto es que Asetur (Asociación Española de Turismo Rural) ya cuenta con un sistema de clasificación muy similar al de los hoteles (una escala de cinco espigas), y lo deseable sería que las comunidades autónomas lo adoptaran de común acuerdo por cuanto el principal beneficiado sería el turista, del que nadie parece acordarse entre congresos y leyes.
Pingback: Red de Excelencia Rural | Billete de ida