Durante los últimos meses se han sucedido distintas noticias sobre Spanair que podríamos resumir en una línea:
A falta de inversores, buenas son las ayudas públicas.
La situación, sin entrar en matices, es la siguiente: las instituciones autonómicas catalanas llevan más de un año buscando inversores privados que entren en el capital de Spanair, pero las entradas se están produciendo con cuentagotas debido a la delicada situación económica de la compañía, que se incrementa en varios millones de euros mensuales.
En vista de la renuncia de los empresarios, los políticos han redoblado sus esfuerzos y diferentes instituciones públicas harán aportaciones de capital para lograr un préstamo por igual importe del sector bancario (fuente).
La primera pregunta que se le ocurre a uno es: ¿por qué Spanair sí y Air Comet no?
La primera, pero no la única. Y es que el objetivo declarado de Spanair es hacer del aeropuerto de El Prat un hub, motivo por el que desde la Generalitat se están haciendo denodados esfuerzos para mantener la compañía a flote… ¿Por qué Spanair y no Vueling, que apostó antes y de forma más decidida por situar su base en Barcelona?
Los rumores que llevan tiempo circulando sobre Spanair la convierten en una potencial Air Comet por mucho que las instituciones insistan en prolongar la agonía, por lo que yo personalmente volaría con Vueling en caso de duda.