La Catedral de San Pablo es uno de los monumentos más emblemáticos de Londres, y uno más de los muchos motivos para visitar la capital británica. Construida entre los años 1675 y 1710 según el diseño de Cristopher Wren sobre las ruinas de dos catedrales anteriores destruidas en el Gran Incendio que asoló Londres en 1666, su cúpula es la segunda más grande del mundo, y bajo su solemne presencia se han vivido momentos cumbre de la historia inglesa (desde los funerales de Lord Nelson o Winston Churchill hasta el matrimonio del Príncipe Carlos con Diana de Gales).
La Catedral de San Pablo, que sobrevivió a los intensos bombardeos alemanes durante la II Guerra Mundial, puede visitarse entre las 8:30 y las 16:00 horas (la entrada cuesta 10 libras, unos 15 euros).
Más información en la página oficial (en inglés) o en la de la BBC (en español).