El oso pardo es una de las especies más amenazadas de la Península Ibérica. Su población se concentra en la Cordillera Cantábrica, fundamentalmente entre las provincias de León y Asturias, y en Pirineos, aunque solo una de las poblaciones asturleonesas es viable (cuenta con unos 200 ejemplares).
El trabajo que ha desarrollado en los últimos años la Fundación Oso Pardo ha permitido una leve recuperación de la especie, y el objetivo es que las dos poblaciones de la Cordillera Cantábrica lleguen a unirse para garantizar una diversidad genética lo más amplia posible.
La formación y la educación ambiental forman parte del programa para la conservación de la especie, y la mejor forma de conocer al oso pardo es observarlo en su hábitat. La primavera y el otoño son las mejores épocas para ver osos pardos en plena naturaleza. Más que pájaros cuenta con guías profesionales y organiza salidas para observar al oso pardo en libertad, siempre en grupos reducidos para no interferir en el comportamiento de los animales.
Más que pájaros organiza otras actividades con la naturaleza como denominador común; lo más espectacular de su programa es quizá la Travesía por Picos de Europa, que en 2015 llega a su tercera edición y que permite disfrutar de los paisajes y la fauna de alta montaña de la mano de guías especializados.