Según apuntan distintos medios británicos, Best Western ha sido víctima de un ataque informático; las primeras estimaciones hablaban del robo de los datos de 8 millones de clientes de la compañía en Europa, incluidos números de tarjeta de crédito.
La compañía ya ha desmentido estas informaciones, asegurando que el número de clientes afectados se reduce a 115. Desde Best Western han aclarado que harán lo posible para garantizar que nadie pueda hacer un uso fraudulento de esta información.
La situación guarda ciertas similitudes con el robo de un portátil que contenía datos de 250.000 clientes de hotels.com, que conmocionó a la industria en 2006. La cuestión es: ¿puede alguien garantizar la absoluta seguridad de nuestros datos en la red?